Pósters de Barcelona
Centro animado; costa soñolienta
Hay algo mágico en las ciudades mediterráneas que no encuentras en ninguna otra zona del mundo. De alguna manera, en Barcelona, el sol parece brillar más, la gente es más amistosa y, allá donde vayas, la comida, sencillamente, parece que sabe mejor. Por tanto, ¿qué mejor modo de viajar que yendo directamente a su centro desde tu casa con un póster de Barcelona?
La próxima vez que se te presente la oportunidad, viaja allí en avión, prepárate para dejarte llevar y sumérgete en la febril actividad de la escena cultural de esta ciudad. Cuando acabes el día saciada de tu dosis de arquitectura y arte, acércate a la Barceloneta a tomar una copa al anochecer. Todo lo que tendrás que hacer a partir de ahora será respirar el aire salado.
Vamos a la playa
Hablando de playas, una de las mejores cosas que tiene visitar Barcelona es que la costa está literalmente a tu puerta. Si todavía no lo has hecho, te recomendamos que visites las playas a tu ritmo por el litoral: comienza en la arenosa playa de Sant Sebastià y sigue hacia el este hasta que encuentres la cala de tus sueños. Se rumorea que, si caminas hasta Mar Bella, puede que te permitan quitarte las sandalias y darte un rápido chapuzón desnuda.
¿Has vuelto a casa? Vuelta a la vida. Vuelta a la realidad.
Coloca todos tus recuerdos en un marco con las láminas decorativas de Barcelona que prefieras: lo mejor está por venir.
Travesías metropolitanas
Después de disfrutar de todo, tumbada bajo el sol, hay otros muchos destinos igual de excitantes que te están esperando para que los explores cuando regreses a casa. Londres sería un ejemplo. Aunque, admitámoslo, el clima apenas puede competir con el de otras capitales europeas, sus animados mercados y la dinámica escena artística compensan la falta de sol. ¿Te apetece una buena sugerencia uno de nuestros redactores expertos en gastronomía? Acércate a los puestos jamaicanos del mercado de abastos de Brixton para atiborrarte del mejor pollo marinado. ¡Mmmmm!